• Aprender a cultivar un tipo de bienestar que no depende de las circunstancias externas.
• Crear el hábito de prestar atención momento a momento en el presente.
• Desactivar muchos de los condicionamientos que generan ansiedad y estrés.
• En momentos de tensión emocional, podrás aprender la habilidad de responder más que la compulsión a reaccionar.
• El profundizar en el trabajo de perdonar y perdonarte va a aligerar muchas de las cargas que te impiden confiar y disfrutar.
• Al cultivar el hábito de valorar lo que das por un hecho, vas a fortalecer la capacidad de experimentar gratitud.
• Disminuir considerablemente el autorechazo.
• Aprender una forma de amar que tiene que ver más con una decisión que con un sentimiento.
• Manejar el dolor emocional o físico desde una perspectiva de contacto con los demás.
• Cultivar una postura de no saber que te posibilita confiar en el proceso de la vida.
• Revisar tu visión de la muerte como parte de la vida y no como un enemigo.
• Abrir el corazón para sentirte más en contacto contigo, con los demás y con la vida en general.
• Experimentar lo individual en su faceta universal.
• Diferentes caminos: la voluntad, los sentimientos elevados, la sabiduría y/o la conciencia.
• Desarrollo de la conciencia. a) Cambio de identidad, b) Mayor contacto con la realidad, c) Aumento simultáneo de la participación y el desapego, d) Aumento simultáneo de la libertad y la capacidad de entrega, e)Unificación: intrapersonal, interpersonal, entre cuerpo y mente, sujeto y objeto, f)Mayor autoaceptación, g) Aumetno de conciencia.